Queremos hacer un teatro inteligente, un teatro alejado de los estereotipos, de los lugares comunes y del naturalismo.
Un teatro que presente y no represente.
Un teatro que apele al eclecticismo y al sincretismo cultural de nuestra américa.
Un teatro comprometido con la creación. Un teatro reflexivo, cuyas historias muestren los desequilibrios sociales promotores de situaciones de injusticia económica, política, social o cultural.